El problema con nuestra rebeldía, al día de hoy, es que, como nosotros mismos, está manipulada, totalmente orientada. Nos dicen cómo nos tenemos que rebelar y a quién comprarle para ser rebeldes. Evidentemente se hizo un negocio de nosotros y de nuestra rebeldía.
El ser humano siempre cree en algo, y los jóvenes más. Aunque nos hayan querido vender "el fin de las ideologías", aunque la década del 90 nos haya ultrajado tanto que terminamos creyendo que la "no política" es la mejor política, de verdad queríamos "que se vayan todos"... esa consigna lleva claramente la marca de los jóvenes ya que sea quien sea la persona, por más "no político" que uno haya sido estamos marcados por el hastío de los que gobiernan.
Por eso hubo manifestantes el año pasado que se sumaron a los cacerolazos y manifestaciones del "campo" sin saber bien de qué se trataba pero se oponían a un gobierno... que además de ser un gobierno de políticos... eran peronistas, con todo lo que significa ser peronista, de derecha o de izquierda, para el sentido común liberal, sobre todo de las clases medias.
Me he ido por la tangente... En este artículo, Florencia Saintout, descubrió la rebeldía involuntaria de los jóvenes, la rebeldía inherente... y nosotros seguimos... besándonos, tomando mate, teniendo sexo con conocidos y desconocidos...las orgías están prohibidas por estos días... es difícil conocerse ya que los encuentros están vedados... pero nos seguimos conociendo, nos seguimos acercando... nos seguimos enamorando...
Pablo Leonardi
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