martes, 20 de abril de 2010

El corazón del agronegocio




Más de la mitad de la tierra cultivable en el país está poblada exclusivamente con soja transgénica y esto se explica por la alta rentabilidad proveniente de la demanda internacional. La ganancia generada por la soja beneficia sólo a las trasnacionales del agronegocio, grandes productores, empresas aceiteras, de biodiesel y de alimentos balanceados (juntos en la Sociedad Rural Argentina, las Confederaciones Rurales Argentinas, etc.) que concentran el 78% de las tierras, explotando la mano de obra rural que es la peor paga y la que enfrenta pésimas condiciones laborales (de los 1,3 millones que trabajan en el campo sólo 325 mil están en blanco). La concentración de tierras en pocas manos ha ocasionado que en los últimos 10 años la población excluída o expulsada por la fuerza termine migrando a las villas miseria de las ciudades.

En la resistencia a este modelo de monocultivo, contaminación y vulneración de la soberanía alimentaria y de los emprendimientos de pequeños productores, sobresale el accionar de los pueblos originarios y de los/as campesinos/as del Movimiento de Campesinos de Santiago del Estero (MOCASE-VC), la Organización Campesina Unida del Norte de Córdoba (OCUNC), la Asociación de Pequeños Productores del Noroeste Cordobés (APENOC), la Unión de Campesinos de Traslasierra (UCATRAS) y la Unión Campesina del Norte (UCAN) también en Córdoba, y de las decenas de agrupaciones de vecinos/as organizados/as en contra de las fumigaciones, luchando colectivamente por generar otro modo de vida en los territorios a partir de la organización y la articulación de prácticas emancipatorias y de transformación.

La producción de agrocombustibles, bioetanol (caña de azúcar) y biodiesel (soja, maíz y girasol), se presenta como una falsa respuesta a la escasez de combustibles fósiles y al calentamiento global, pues además de no poder satisfacer la demanda de producción energética, potencia el encarecimiento de los alimentos y la deforestación. Argentina elabora más del 10% del biodiesel del mundo, concentrando la provincia de Santa Fe el 85% de la capacidad productiva total, y este año se espera un incremento a partir de la ley donde se obliga a las petroleras a mezclar en las naftas un 5% de agrocombustibles.

El glifosato es el principio activo del herbicida Roundup de Monsanto utilizado para desmalezar los cultivos de soja transgénica. Este veneno se fumiga a través de métodos aéreos o terrestres contaminando napas, ríos y cultivos linderos, y afectando la salud de poblaciones enteras donde los más perjudicados son niños y mujeres que evidencian un incremento en casos de cáncer, malformaciones, alergias, ojos irritados, vómitos, enfermedades respiratorias, etc.

Los feedlots (lotes de alimentación) son la “solución” que los ganaderos encontraron a la falta de campos derivada de la sojización, y están diseminados por toda la pampa. Son un sistema intensivo de producción de carne mediante el cual encierran en un espacio reducido, entre sus propios excrementos, a miles de vacunos para engordarlos rápidamente con balanceados (pellet de soja) y una buena dosis de antibióticos para evitar las enfermedades causadas por el hacinamiento.




Fuente:http://iconoclasistas.com.ar/2010/04/18/el-corazon-del-agronegocio/