La presidenta argentina, Cristina Fernández, señaló en la Asamblea Extraordinaria de la OEA que el golpe de Estado contra el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, es posiblemente una estrategia más profunda para intentar acabar con aquellos gobiernos "que han iniciado una política diferente para el conjunto de todos los países que conformamos la América".
"Yo no soy ingenua. Creo que el ataque no es solamente contra usted, presidente Zelaya, o contra Honduras. Tal vez sea una estrategia más fina y profunda, que no solo involucra a quienes en su país quieren seguir con un modo de redistribución del ingreso, etcétera. Creo que se intenta frustrar una política diferente para el conjunto de todos los países que conformamos la América."
"¡Qué curioso! Durante los últimos ocho años no se habían registrado —salvo el episodio de Venezuela— casos similares. Cambia la administración del país más poderoso del mundo, con una nueva tónica a la que todos aspiramos como cambio, y comienzan a suceder cosas como estas, que parecieran ser que retroceden o ponen en tela de juicio los avances que hemos comenzado a tener en un cambio de administración que había sembrado muchas esperanzas en América y el mundo, en la necesidad de cambiar."
Fernández hizo notar que el tema en discusión no son las acciones que pudo haber cometido Zelaya y que algunos califican como "crímenes", o si la mayoría apoya o no a Zelaya.
"La discusión sobre si los golpistas tienen mayoría o minoría es no entender cuál es el verdadero problema y la dimensión y concepto de la aplicación democrática en nuestras sociedades. No es solo el respeto a la voluntad popular, sino a la organización sistémica de la sociedad expresada por sus Constituciones", aseguró.
Expresó igualmente que había "leído atentamente la Constitución hondureña, y en ninguno de sus 375 artículos se menciona la posibilidad de que las Fuerzas Armadas secuestren a su presidente y lo coloquen en un país extranjero".
Reiteró que espera que las elecciones de noviembre sean efectuadas por un gobierno constitucional, y calificó como "una trampa" el esperar a que el gobierno golpista realice las próximas elecciones, pues esto "legitimaría la doctrina de los golpes benévolos y la ruptura del orden democrático".
También resaltó el componente mediático en el golpe contra Zelaya, al recordar las palabras de la canciller hondureña, Patricia Rodas, en Telesur: mientras la secuestraban a ella y al Presidente Zelaya, los medios transmitían dibujitos animados. (YVKE Mundial)
fuente: http://granma.co.cu/2009/07/06/interna/artic01.html
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