Emitido el 22 de mayo de 2010.
martes, 25 de mayo de 2010
Entrevista al historiador y ensayista Norberto Galasso
Emitido el 22 de mayo de 2010.
sábado, 22 de mayo de 2010
Entrevista a Pablo Llonto
Emitido el 15 de mayo de 2010.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Iván Pérez IMFC
Emitido el 8 de mayo de 2010.
Martín Sabatella
También reflexionó acerca de la detención a José Alfredo Martínez de Hoz, ex Ministro argentino de Economía.
Emitido el 8 de mayo de 2010.
Panel Día del Trabajador (Malhe-Lt8 y Lt3-Lavadero Virasoro)
Emitido el 1 de mayo de 2010.
miércoles, 21 de abril de 2010
Entrevista a las principales abogadas del juicio de la causa Guerrieri-Amelong, en Rosario.
Emitido el 17 de abril de 2010.
Sentencia del jucio causa Gerrieri-Amelong
Emitido el 17 de abril de 2010.
Entrevista a Eduardo Seminara y Edgardo Carmona
Emitido el 10 de abril de 2010.
martes, 20 de abril de 2010
El corazón del agronegocio
En la resistencia a este modelo de monocultivo, contaminación y vulneración de la soberanía alimentaria y de los emprendimientos de pequeños productores, sobresale el accionar de los pueblos originarios y de los/as campesinos/as del Movimiento de Campesinos de Santiago del Estero (MOCASE-VC), la Organización Campesina Unida del Norte de Córdoba (OCUNC), la Asociación de Pequeños Productores del Noroeste Cordobés (APENOC), la Unión de Campesinos de Traslasierra (UCATRAS) y la Unión Campesina del Norte (UCAN) también en Córdoba, y de las decenas de agrupaciones de vecinos/as organizados/as en contra de las fumigaciones, luchando colectivamente por generar otro modo de vida en los territorios a partir de la organización y la articulación de prácticas emancipatorias y de transformación.
La producción de agrocombustibles, bioetanol (caña de azúcar) y biodiesel (soja, maíz y girasol), se presenta como una falsa respuesta a la escasez de combustibles fósiles y al calentamiento global, pues además de no poder satisfacer la demanda de producción energética, potencia el encarecimiento de los alimentos y la deforestación. Argentina elabora más del 10% del biodiesel del mundo, concentrando la provincia de Santa Fe el 85% de la capacidad productiva total, y este año se espera un incremento a partir de la ley donde se obliga a las petroleras a mezclar en las naftas un 5% de agrocombustibles.
El glifosato es el principio activo del herbicida Roundup de Monsanto utilizado para desmalezar los cultivos de soja transgénica. Este veneno se fumiga a través de métodos aéreos o terrestres contaminando napas, ríos y cultivos linderos, y afectando la salud de poblaciones enteras donde los más perjudicados son niños y mujeres que evidencian un incremento en casos de cáncer, malformaciones, alergias, ojos irritados, vómitos, enfermedades respiratorias, etc.
Los feedlots (lotes de alimentación) son la “solución” que los ganaderos encontraron a la falta de campos derivada de la sojización, y están diseminados por toda la pampa. Son un sistema intensivo de producción de carne mediante el cual encierran en un espacio reducido, entre sus propios excrementos, a miles de vacunos para engordarlos rápidamente con balanceados (pellet de soja) y una buena dosis de antibióticos para evitar las enfermedades causadas por el hacinamiento.
Fuente:http://iconoclasistas.com.ar/2010/04/18/el-corazon-del-agronegocio/
miércoles, 14 de abril de 2010
Teniente coronel DOMINGO MORALES ¡SUELTO!
Convocamos a todas/os a pensar y organizar nuestro más enérgico repudio a tan grave medida, no solo por lo que significa dejar suelto a un genocida asesino, sino además por el precedente jurídico que deja sentado esta medida y sus consecuencias en todas las causas por delitos de lesa humanidad a lo largo y ancho de todo nuestro país: no habrá más prisión preventiva para ningún genocida.
DOMINGO MORALES está procesado por: ASOCIACIÓN ILÍCITA Y POR LOS HOMICIDIOS DE: BLANCA ZAPATA, CRISTINA RUIZ, ENRIQUE CORTASSA, JUAN CARLOS GONZALEZ GENTILE, NORMA MEURZET, SILVIA WOLLERT, JOSE LUIS GOMEZ, ROBERTO DANIEL SUAREZ, NESTOR CHERRY, NORBERTO PARTIDA, ALBERTO SOLE, LUIS ALBERTO VERDU, ANGEL EDUADO FIOCCHI, CARLOS MIGUEL PEPE, ELSA RAQUEL DIAZ, y ALBERTO TOMAS VELZI y supresión de la identidad, sustracción y ocultación de la menor PAULA CORTASSA (María Carolina Guallane).
Testimonios causa Brusa
Cuando salían al recreo uno se presentó y me dijo soy el capitán Morales, que estaba de civil, con ropa vieja, casi disfrazado, “soy de inteligencia del ejército, vos no me dijiste nunca lo que quiero saber así que te vas a pudrir acá adentro”, me lo decía cada vez que venía a la GIR. /María Cecilia MAZETTI
Vio al Capitán Morales?
Sí, en el patio, siempre que la veía a Cecilia, iba a presionarla, le decía “vos no me dijiste una cosa que yo quiero saber, así que te vas a pudrir acá dentro, ellas dos van a salir y vos no”/ Silvia SUPPO
Domingo Morales
Genocida argentino-con DNI: 4.691.024 –edad 64 años
Domiciliado en: calle Luard Kayad Nº 3015- ruta188, Km. 68 zona rural- Pergamino Prov. Buenos Aires
Es peligroso y está suelto
La cómplice CÁMARA DE CASACIÓN PENAL DE LA NACIÓN lo liberó
Basta de privilegios, basta de impunidad!!
Cárcel común perpetua y efectiva ni un solo genocida por las calles Argentinas
H.I.J.O.S. Regional Santa Fe
Contactos: 0342 155153602 – 0342 1566103815—0342 154 068365-
jueves, 4 de febrero de 2010
Eduardo Galeano: Los pecados de Haití
Eduardo Galeano
16 Enero 2010, 10:31 AM
La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.
El voto y el veto
Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.
Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole:
-Recite la lección. Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.
La coartada demográfica
A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema:
-Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede. Y se rió. Los diputados callaron. Esa noche, uno de ellos, Winfried Wolf, consultó las cifras. Y comprobó que Haití es, con El Salvador, el país más superpoblado de las Américas, pero está tan superpoblado como Alemania: tiene casi la misma cantidad de habitantes por quilómetro cuadrado.
En sus días en Haití, el diputado Wolf no sólo fue golpeado por la miseria: también fue deslumbrado por la capacidad de belleza de los pintores populares. Y llegó a la conclusión de que Haití está superpoblado... de artistas.
En realidad, la coartada demográfica es más o menos reciente. Hasta hace algunos años, las potencias occidentales hablaban más claro.
La tradición racista
Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene "una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización". Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: "Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses".
Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: "El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro".
En cambio, Dios había puesto un látigo en la mano del mayoral. Los esclavos no se distinguían por su voluntad de trabajo. Los negros eran esclavos por naturaleza y vagos también por naturaleza, y la naturaleza, cómplice del orden social, era obra de Dios: el esclavo debía servir al amo y el amo debía castigar al esclavo, que no mostraba el menor entusiasmo a la hora de cumplir con el designio divino. Karl von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: "Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas". Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro "puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras".
La humillación imperdonable
En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.
La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.
El delito de la dignidad
Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.
Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. Para entonces, Haití ya estaba en manos de carniceras dictaduras militares, que destinaban los famélicos recursos del país al pago de la deuda francesa: Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad.
La historia del acoso contra Haití, que en nuestros días tiene dimensiones de tragedia, es también una historia del racismo en la civilización occidental.
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Eduardo Galeano
Fuente: http://www.larepublica.pe/pagina_impreso.php?pub=domingo&anho=2010&mes=01&dia=24&pid=3&sec=1558&pag=28